Hoy no teníamos nada planeado, mas bien descansar y tomárnoslo tranquilo. Fuimos a ver varios mercados q vendían lo mismo. No tienen mucha idea. Después de comer pedimos q nos llevaran a un centro comercial a un taxista y aparecimos en otro mercadillo cubierto, nos quedamos a cuadros. Y si ya estábamos flipados con el panorama, encima echaron mas leñas avisándonos de los rateros q te roban sin enterarte. Elena estuvo a punto de quedarse en el taxi y pedir q la devolviesen al hotel, jejeje. No fue tanto y nos dimos una vuelta. Vendían DVD´s y Cd´s a patadas, zapatillas en 2 de 5 paradas y como no, vimos el famoso plato q no vimos en ningún sitio: una especie de ratas fritas, expuesta igual q los chinos exponen el pato en sus restaurantes, nos provocó un shock verlas con un tomatillo pinchado en sus 2 largos colmillos. Por la noche habíamos quedado con Neri pero no apareció y nos fuimos a cenar al lado del hostal. Cuando estábamos acabando apareció por casualidad en el restaurante, donde estuvimos un rato charlando con ella pero no salíamos como habíamos planeado, estábamos agotados de recorrernos los mercadillos y la ciudad.

15 Abril Domingo

Otro día de brazos caídos, esta vez fuimos mas a ver lo q nos quedaba mas o menos por ver: La Catedral, donde un guía q hablaba muy bajito y en cuanto otro grupo se nos acercaba teníamos q pegarnos literalmente a él para escuchar un extraño ruido en su boca, como q la saliva parecía muy espesa y sonara; y La Piedra de los 12 Cantos, una piedra en un muro q tiene eso, 12 cantos. Los cantos en las piedras son importantes porque tienen una función antisísmica y estética. Los Incas ponían piedra sobre piedra sin nada, solo haciendo q coincidieran las formas. Por la tarde nos fuimos a nuestro sufrimiento: el autobús de 22 horas q nos llevaría a Lima. Neri pudo comprar el billete y viajó con nosotros en el piso de arriba enfrente del ventanal lleno de grietas. Íbamos acojonados porque no teníamos cinturones de seguridad y si frenaba nos comíamos el cristal.