Cuiaba, Brasil.
25 FebTrás 17 horas en autobus llegamos a Cuiaba a la 1 de la tarde. Menudo viaje en autobús!. Lo curioso es q parecía q nunca dejabamos la ciudad porque me daba q estábamos pasando todo el rato por zonas pobladas. Cuiaba sinceramente no tiene mucho, lo único atractivo es el Pantanal y un parque Nacional. Es decir, q nos vimos en una ciudad fantasma por ser Domingo con poco q hacer. Tras ir al hostel, dejar las mochilas, descansar y ser bombardeados por el dueño del hostel q quería vendernos la excursión al pantanal, nos dirijimos a lo único abierto: como no, el centro comercial. Allí cenamos y nos paseamos un rato para comprobar q Brasil no es tan barato. Precios muy españoles. Por la noche, con eso de dormir en pelotas, me acribillaron los mosquitos los pies y piernas.
26 Feb FELIZ CUMPLEAÑOS JUAN!
Hoy, como queríamos descansar, aunque mal le supiera al gordo dueño del hostel, nos despertamos tarde y nos lo tomamos con muchísima calma. Salimos solo a darnos una vuelta por la 'ciudad' y darnos de bruces con q el hijoputa del gordo del hostel nos quería vender la excursión al doble casi justo de lo q valía en la agencia a 10 metros del hostel. INCREIBLE! Por supuesto q lo reservamos con la agencia y luego, el gordo nos vino q si esto q si lo otro porque no se lo habíamos comprado a él. El desgraciado quería llevarse mas de 100 libras de comisión por todo el morro! Acabamos el día como el día anterior, en el centro comercial cenando. Y es q no hay mucho restaurante en Brasil. Y ya q nos gustó el buffet del centro comercial decidimos repetir. La noche la pase jodida porque los pies y las piernas me picaban de los picotazos de los mosquitos. Jamás me había levantado por la noche del picor de pies.
27 Feb EL PANTANAL
Y Por que no nos avisaron q la hora era diferente aquí q en el resto de Brasil? Nos despertamos a las 6:45 pensando q eran las 7:45. Y claro, pensamos q el guía llegaba tarde porque no estaba allí a las 7:30 cuando habíamos quedado a las 8:30. Una hora q perdimos de sueño. Llegó Benedicto (NO el Papa!) a su hora y nos metimos en el coche-furgoneta camino 'El Pantanal'. EL viaje estuvo ameno porque discutimos de política, del rollo ecológico y de muchísimas cosas mas, entre ellas, como no, la religión con motivo de la visita del Papa a Brasil. Y es q cada vez menos gente cree en él y se montan más y más sectas-religiones diferentes. Así todos chupan del frasco y se reparten el dinero de los ignorantes. EL Pantanal es toda una zona, según Jose la más extensa del mundo, q se inunda por la crecida de un rio. Está así la mitad del año o menos y tiene toda una biodiversidad q dicen impresionar. De hecho lo venden como q ves más animales q en el Amazonas. La Transpantaneatica es la carretera q lo pasa y es como un camino de cabras. Todo el rato estas parando para ver aves por aquí y por allá. Algunas con enormes y casi todas increíbles. Menudos colores!. Llegamos a la posada donde comimos y descansamos una hora para irnos al pantanal con barca. Pensábamos q sería fácil, meterse en la barca y ya, pero no; el camino hacia la barca fue por el pantanal, es decir, con el agua hasta las rodillas pisando fango y mierdas de vacas y otros animales. Si lo hubiera sabido, hubiera pasado. Pero allí estábamos con calcetines hasta las rodillas con miedo de q me picasen mas mosquitos (Es q no caben mas picaduras!) (NOTA: Picadura en portugues significa Polla dura, hay q tener cuidado con no utilizar la palabra!) Además, nos tocó remar para ver un par de pájaros más en toda la tarde. Eso si, el paisaje y la tranquilidad merecían la pena. Tras cenar se suponía q íbamos de safari nocturno pero se jodió porque el dueño se llevó la llave de la despensa y no había antorchas (Esa fue la excusa). Aun así dimos una vuelta cerca con linternas y vimos poco más q unos pájaros y los ojos de los caimanes en las charcas.
28 Feb
Desayunamos y no nos dio tiempo a mucho porque a las 8:15 estábamos montados en los caballos para dar una vuelta de 2 horas por el monte. Al principio íbamos un poco acojonados porque los caballos nos daban respeto pero poco a poco nos fuimos acostumbrando como manejarlos sin q se cabreasen. Toda una experiencia. Super relajante eso de ir paseando encima del pobre caballo q tenía las orejas llenas de moscas chupopteras; nos asociamos unas ramas y les ibamos quitando los mosquitos. Mi caballo era un poco señorito y no se quería mojar las patas, pero al final acabó metiéndose en el pantano, donde nos mojamos hasta nosotros. Animales, excepto vacas poco mas vimos, bueno, muchas aves, eso si. Volvimos al hotel, descansamos en la piscina y comimos. Salimos tarde porque el coche se quedó sin batería y tuvieron q hacer un puente para cargarla. El viaje de vuelta estuvo entretenido, vimos los roedores más grandes del mundo: son como perros, los españoles les llamaban cerdos marinos o así; además vimos zorros, lagartos, caimanes, y muchas aves enormes. Llegamos tarde al hotel y pronto nos acostamos q estábamos destrozados.
1 Mar
Habíamos cogido la siguiente excursión con la gente del hotel a pesar de ser unos mafiosos. De hecho tuvimos bronca con la dueña del hostel porque nos quería cobrar 3 veces lo q costaba el lavar la ropa. Y es q son unos buitres en este hostel, de hecho hemos escrito a la asociación de hostels para q sepan lo q hacen aquí. Al final se solucionó y nos fuimos en un coche cutre con un guia q nos recordaba a Vicente de Valencia. Solo hablaba portugues y rápido. Elena y yo desconectamos detrás del rollo del colega. Hicimos una caminata de varios kilómetros para ver 7 cascadas donde nos íbamos bañando. Con el calor q hacía lo merecíamos. Nos llevó a comer a un sitio cutre donde comimos una especie de paella-puchero. Menuda cacerola nos pusieron!!. Dejamos casi la mitad!.
Al guía le gustaba correr y tuve alguna movida con el porque iba follado, me cabree con el bastante porque hacia caso los 5 primeros minutos, luego le volvía a pegar al acelerador. Con el estomago lleno vimos el centro geográfico de Sudamérica desde donde teníamos una visión impresionante y de ahí a ver una mierda de catarata y al hotel echando leches, no sin antes parar en la estación de autobuses para comprar el billete del día siguiente: 27 horas en autobús!
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