Sunday, March 04, 2007

Isla del Norte, Nueva Zelanda.

17 Ene

Nos tuvimos q despertar pronto porque no hay parking gratis en la ciudad y
lo habíamos dejado en una calle q a partir de las 10 teníamos q pagar. Y no
era por el pagar, sino por la forma de pago q no era facil.
Así q cogimos el coche y nos fuimos a ver el Museo de Tepapa q resultó ser
una gran decepción. No era nada claro y lo q exponían no era nada
interesante. Ni el museo valía la pena arquitectónicamente.
En sí la ciudad no ofrecía mucho más y nos largamos hacía el norte, teníamos
q llegar a Auckland el 19 para volar el 20 a Chile.
Hicimos una parada en un pueblo para comer en mitad de la nada y resultó ser
un inglés el q llevaba el negocio. Nos dijo q prefería una vida mas
contemplativa y por eso dejo Europa.
Ya por la tarde llegamos al lago Taupo donde estuvimos buscando un albergue
decente y nos costó lo suyo. Al final nos quedamos en un sitio, también
cutre de la muerte, pero más céntrico.
No quedaba mucho día así q decidimos ir a comprarnos pasta para cenar y
contratar con el hostel la tirada de PARACAIDISMO para el día siguiente

18 Ene

Nos despertamos prontisimo porque era el único horario libre q teniamos para
tirarnos del avión. Jose y yo estábamos mas o menos tranquilos pero Elena
estaba super nerviosa solo de pensar en verse arriba y saltar.
Nos vinieron a buscar, no con la limosina q decían pero tampoco era lo
importante. La chica era una escocesa q se había venido a vivir aquí, a la
tranquilidad.
En la oficina-casa del aeropuerto nos pusieron un video y directamente nos
vistieron. Cada uno ibamos con un instructor q nos vistió. El mío era checo,
muy majo. Nos explicaron un par de cosas y ya nos metieron en la avioneta,
casi ni cabíamos dentro, era claustrofóbica. Cada uno atado y sentado encima
del instructor aunq no se notaba nada por toda la ropa q llevábamos encima,
malpensados!. Jejeje
Dentro estábamos q no nos podíamos mover, íbamos 4 parejas y Jose iba al
ladito de la puerta mientras su instructor le iba indicando q cuando una luz
se encendiera, la puerta se abriría y ellos serían los primeros.
Fue dicho y hecho, llegamos a la altura, se abrió la puerta y se pusieron en
la puerta. Jose tenía una cara de terror increíble, Elena estaba medio
llorando detrás mia. Sin pensarlo mucho, Jose desapareció en milisegundos.
Seguidamente se tiró la otra pareja y me tocó a mi, todo super rápido. En la
puerta, viendo el cielo, salto-empuje del instructor y VOLANDO!!!
Los primeros segundos fuimos dando vueltas, flipando del momento. Y en nada
me dijo q me preparase y abrió el paracaídas. INCREIBLE!. El lago a nuestros
pies, se veía todo despejado a 10 kms de altura. Hicimos varias piruetas,
bajando mas deprisa de lo q pensaba porque en cuestión de minutos estábamos
encima de la hierba aterrizando de culo. GUAAAUUUU!!!! Q experiencia!! La
pena es q es caro, sino nos tiramos mil veces.
El resto del día, es decir, todo el día, fuimos de camino a Auckland parando
en un terreno lleno de cráteres de gases y aguas volcánicas para llegar a un
parque natural de lagos de diferentes colores por los químicos en el agua y
cráteres expulsando gases. Realmente mareaban los olores a azufre y demás.
En Auckland tuvimos suerte porque dimos con el único hostel con
disponibilidad, había un concierto en el parque y estaba la ciudad llena de
gente. Mientras Elena reservaba las camas, Jose y yo fuimos corriendo a
devolver el coche.
Una vez instalados Elena se fue de compras por unos sitios y nosotros por
otros. Yo buscaba el quinto libro de la saga q me estaba leyendo. Estaba
enganchado. Jose me lo regalo!.

19 Ene

Auckland no es una ciudad para dar botes, es mas bien fea y con poco q ver.
El puerto es como industrial y la ciudad no da realmente al mar, una pena.
Jose y yo nos fuimos a la torre de comunicaciones, la más alta en el
hemisferio sur. Lo chulo era el ponerse en unos cristales en el suelo y
parecer q te ibas a caer. Confirmamos q la ciudad no valía mucho.
Elena no se encontraba bien y por la noche Jose y yo nos dimos una vuelta q
no nos descubrió nada q impresionante, mucha puta suelta. Y no bromeo, nos
metimos por una zona con mucha prostitución.

20 Ene

Y al fin ibamos a coger el vuelo para Chile. Llegamos al aeropuerto con
bastante tiempo y por poco no embarcamos: no estábamos en la lista de
pasajeros. FLI-PA-MOS!. No apareciamos para nada, porque teniamos los
billetes q sino nos mandan a hacer puñetas. Menos mal q apareció un catalán
de Tarragona, uno de los jefes, q nos lo solucionó y nos puso tal y como
queríamos. Muy majo y como no, gay, tirándonos los trastos en broma q estaba
allí por el novio.
Q decir del vuelo.. q dormimos lo q pudimos y vimos la película 'My little
sunshine' q me impresionó porque no me esperaba el final, aunque era una
americana pero con gracia.

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